viernes, 22 de enero de 2010

¿Tienre razón Roberto Pla?


Por Roberto Pla

El pasado mes de agosto, por intermediación de un amigo común, Rubén García Cebollero me envió su recientemente escrita “Ebro 1938″. Solo el nombre ya da una idea del contenido o el marco de la misma: La Batalla del Ebro durante la Guerra Civil Española. Me hizo mucha ilusión y lo considero un privilegio ya que la obra no salía a la venta hasta el mes de octubre.


Según me cuenta el autor, empezó a investigar la batalla del Ebro en 1998 y una versión anterior de la novela quedó finalista del Premio Planeta en 2004. En internet, el autor mantieneun blog sobre su obra.

Me leí la obra con muchisimo cariño y conseguí acabarla en un tiempo prudencial, pero cuando me planteé escribir este artículo con un comentario de mis impresiones, me quedé atascado. La razón es que la obra no me había gustado. Dicho así parece muy sencillo, lees un libro y te gusta o no te gusta y ya está. Pero a pesar de no haberme gustado, reconozco en el libro varios aspectos muy meritorios y pensé que Rubén merecia una respuesta más elaborada que ‘tu libro no me ha gustado’. Sentí la necesidad de justificarme o al menos de explicarme porque como no soy un crítico literario no tengo ninguna autoridad para hablar ex-catedra, pero como tengo ojos y sesera como cualquiera, puedo razonar lo que digo. Ha pasado el tiempo y el libro no se me ha olvidado. He ido dándole vueltas creo que ya tengo las claves de lo que me ha gustado y lo que no.

Tengo que decir que la obra refleja un monumental trabajo de documentación. Esto es sin duda una cualidad, pero creo que a su vez es un handicap para la obra ya que aquel lector que busca la historia de la novela en lugar la novela de la historia se ve arrollado por un alud de datos, más propios de un libro para eruditos que de una obra de ficción. Una cosa es enmarcar la novela en unos hechos ciertos históricamente y otra escribir un libro de historia.

A fin de reflejar todos los aspectos de la batalla la novela tiene múltiples personajes retratados en escenas breves. Lo malo es que a mi me parecieron tan breves que a mitad de libro aun andaba perdido sobre la identidad de los personajes y en muchas escenas no conseguía ubicarme. Los rápidos cambios de escenario unidos a los excesivos detalles históricos es quizás lo que ha formado mi mala opinion sobre el libro. Entre tanta hojarasca está la historia de Basilio de una ternura y una dureza increible que sin duda es la espina dorsal del libro y acredita por si sola las posibilidades del autor.

En definitiva creo que el problema ha sido mezclar churras con merinas. Si historia, historia, si novela, novela. Contar una historia es sin duda complicado, pero al lector le debe resultar sencillo seguirla. Como en los dibujos, hay un momento para pararse, no descender más en el detalle, no seguir añadiendo adjetivos y dejar el paisaje borroso, como en el retrato fotográfico, para que el lector pueda concentrarse en la historia central del argumento, sin perderse en los detalles, por meritorio que sea haberse tomado el trabajo de recopilarlos.

Según las noticias que me han llegado, el libro ha tenido una buena acogida del público y de la crítica, parece ser, por suerte para el autor, que mi opinión no es compartida. Además se está produciendo una película sobre la batalla del Ebro, en la que Rubén actúa como guionista. Yo desde luego, le deseo el más grande de los éxitos, también soy muy crítico con muchos -casi todos- los libros de Pérez Reverte y mira que bien le va al académico de Cartagena.

OTRA RESEÑA DE EBRO 1938

Por Cristina Monteoliva

¿Se puede saber de ante mano qué batalla será la más decisiva dentro de una guerra? Me lo pregunto ahora pues de cuestiones bélicas tengo poca idea, la verdad. Pero me da la sensación, si pienso en conflictos más o menos recientes, que no, que cualquier batalla es totalmente impredecible y el ganador se verá al final de la misma, nunca antes de lucharla. De esto y otras muchas cosas habla Ebro 1938, la última novela de Rubén García Cebolleroque hoy trataremos.


Verano de 1938. Estamos en plena Guerra Civil Española y los distintos bandos luchan sin cesar por todo el territorio español para ganar terreno al enemigo. Sin embargo, será una la batalla más decisiva, una la que marque el rumbo de la guerra, el color de la victoria. Ésta no es otra que la del Ebro, La Batalla de la Tierra Alta. En este libro encontraréis su historia así como la de todos aquellos que la protagonizaron.


Imagino que no tiene que ser nada fácil escribir una novela histórica sobre la Guerra Civil española, un negro periodo de nuestra historia reciente tan exprimido ya por el cine y la literatura. Sin embargo, siempre me sorprendo al encontrar una nueva visión, como la que nos plantea esta novela, un nuevo punto de vista con el que ayudarnos a reconstruir un puzzle con tantas piezas como es éste de la guerra fraticida que separó incluso a familias.


La obra de Rubén García Cebollero trata de forma objetiva, por una parte, una batalla en concreto de esta contienda, la del Ebro, dando todos los datos pertinentes que sin duda su buen trabajo le habrá costado recopilar, hechos fehacientes que nos hablan de una guerra que podría haber ido en un sentido, pero que cambió su rumbo en cierto punto.


Por otro lado, el autor nos ofrece la visión meramente subjetiva de todos aquellos que la vivieron, los sentimientos encontrados que les invadieron, las penurias padecidas, el destino final de cada una de aquellas almas. Es así como nos enfrentamos ante una narración plagada de cartas, canciones, oraciones y poesía, una narración predominantemente lírica, una prosa que quiere a veces convertirse en pura poesía, en la que los propios personajes se convierten en numerosas ocasiones en narradores en primera persona de los pasajes por los que Rubén nos lleva.


Y es que Ebro 1938 no es tan sólo una novela bélica, sino también, y fundamentalmente, una obra de personajes, con nombre y apellidos, con penas, alegrías, esperanzas y desesperanzas; en definitiva, personajes tan reales en el papel como en nuestro mundo. Difícil decantarse por uno o por otro, sabiendo que son todos tan protagonistas de esta historia, su historia: están Basilio, el viudo que le escribe cartas de amor a su difunta mujer, Berta, con tal emotividad que nos será imposible dejar de conmovernos tras la lectura de sus misivas; Maik, el camillero de ambulancia americano que se enamora de Carmela, la joven y simpática bibliotecaria prima de Basilio; Pablo Uriguen, el vasco que no volverá nunca más a pescar; Roque Esparza, el maño que se nos hace tan cercano al expresarse como lo hace; Pedro Hernández, el murciano nadador que acabará hospitalizado… Todos y cada uno son indispensables, todos ellos se merecen el sentido homenaje que Ebro 1938 les brinda, que Rubén García Cebollero les ofrece a ellos, pero también a nosotros, hijos de la democracia que no debemos olvidar que hubo un tiempo en que las cosas no eran tan fáciles como lo son ahora, que España lucho y ganó un bando, pero que también podría haber ganado el otro; pues cuando se va a la guerra, todos esperan ser los vencedores y lo cierto es que todos, como seres humanos pierden mucho más de lo que pudieran imaginar en un principio.


Toda batalla es mala, digan lo que digan los políticos que las fomentan. Las guerras siempre conllevan muerte, destrucción, un sufrimiento innecesario para todos los combatientes y sus familias. No me cansaré de decir que el ser humano necesita aprender del pasado para no repetir los errores en el futuro. Leer Ebro 1938 es una buena forma de empezar.


BACKSTAGE EBRO 1938





EBRO 1938

Por Silvia Bardaji

Ebro 1938 La Batalla de la Tierra Alta de Rubén García Cebollero nos narra uno de los conflictos militares más sangrientos y largos de la Guerra Civil Española. La batalla tuvo lugar en la zona occidental de la provincia de Tarragona (Terra Alta) y la zona oriental de la provincia de Zaragoza (Mequinenza)y se desarrollo desde el 25 de Julio hasta el 16 de Noviembre de 1938.

Los protagonistas principales de Ebro 1938 serán Roque Esparza originario de Angües que contará muchas anécdotas de su pueblo natal y de sus fiestas mayores, Pablo Uriguen de San Sebastían, que entre el hambre y la sed de la que será víctima frecuentemente evocará la comida típica vasca y Basilio Perich procedente del municipio de la Garriga que escribirá desconsolamente cartas sin destino a Berta,su esposa y a César su hijo que serán sepultados por una nefasta bomba. Maik, un conductor de ambulancias inglés, y Carmela, bibliotecaria catalana, protagonizarán una bella historia de amor fugaz una de tantas durante la Guerra Civil Española.

Ebro 1938 La Batalla de la Tierra Alta nos recrea...

de manera muy veraz situaciones vividas por los soldados rasos dentro de las trincheras. Sus conversaciones podrían considerarse atípicas, ya que tienen lugar mientrás excavan los parapetos utilizados para salvaguardarse de los proyectiles lanzados por el bando contrario. Discusiones acerca de cual es la mejor o peor marca de coche de la epoca, sobre cine o mujeres... en definitiva charlas que podrían darse en cualquier bar en circunstancias de paz. Muchos de estos reclutas sin apenas formación académica fueron conscientes del daño que producía esta fatídica guerra y sus consecuencias, eran hombres con una inmensa humanidad, que dieron todo por España y por la República.

Rubén Garcia Cebollero en Ebro 1938 nos ofrece una historia para la reflexión, aunque novelada, de las consecuencias que tuvo la instauración de la segunda república en España y como no se supieron aprovechar ni interpretar los beneficios que de ella se derivaban. El resultado fué el estallido de la Guerra Civil Española y uno de sus episodios más destacados, la Batalla del Ebro. Miéntras ocurría esto en España, Francia, Inglaterra y Rusia llebavan a cabo charlas y negociaciones con las naciones fascistas, Alemania e Italia para evitar un conflicto similar a la Gran Guerra (con escaso exito como todos sabemos.)

Un capítulo entero dedica Rubén García Cebollero en Ebro 1938 a homenajear a las Brigadas Internacionales formadas por hombres con un valor e intrepidez envidiables, que dejaron sus profesiones o trabajos, para desde 53 países diferentes venir a luchar junto a los españoles por la república, por las libertades y por la paz, y lo más importante de todo, para derrocar al fascismo internacional que poco a poco iba ganando terreno.

Ebro 1938 La Batalla de la Tierra Altaes recomendable para todas aquellas personas interesadas en la Guerra Civil Española y sus consecuencias. Es una novela humana y cercana con una buena descripcion de los personajes, sus miedos, inquietudes y de las penurias que tendrán que soportar. Es comprometida con aquellos que lucharon y murieron por una España unida y libre y que hoy en día algunos se empecinan en dividir. Por último destacar que Ebro 1938 es una novela conmovedora que todo el mundo debería leer como reflexión.