martes, 14 de julio de 2009

EBRO 1938. Los personajes (Diego Zaldívar)




Diego Zaldívar pertenece a la Tercera Escuadrilla de cazas republicanos, a las órdenes de Bravo, que lleva en su cola por símbolo una ficha de dominó, el seis doble; aunque a Diego le gustan más los de la Cuarta y Séptima que lucen en sus colas a un simpático Popeye. Se formó como piloto en la academia rusa de Kirovabad, Azerbaiyán.

Diego luce una cazadora negra con elásticos y cuello de piel, unas botas katiuskas y los ojos perdidos en su inquietante campo de visión. ¿Dónde está el enemigo?


Diego pilota con sus botas, cuya suela es de goma, y sus gafas de cristal inastillable y teñido. Ahí están los fiat y los Me-109.


Resulta inevitable al pensar en el Ebro no hablar de la aviación. Aunque habrá tiempo de hablar de otros aviones y de otros pilotos, he querido recordar las peripecias de Diego Zaldívar, sobre el frente del Ebro. Debo agradecer "Combate sobre España (memorias de un piloto de caza)" de José Larios (Editorial San Martín, y otros libros como la "Galería de aviones de la guerra civil española (1936-1939) de Juan Abellán García-Muñoz (Ministerio de Defensa - Instituto de Historia y Cultura Aeronáuticas).


En EBRO 1938, la batalla de la tierra alta, Diego Zaldívar pilota su I-16, su polikarpov del tipo 10, pisa la barra del timón, y lo tuerce hacia donde hace falta.
En el cielo que cubre la batalla combate Diego, y sabemos lo fácil que es, como decía Marco Aurelio, que nuestras vidas se pierdan en instantes:


Un instante y habrás olvidado todo; otro, y todos te habrán olvidado.



Sin embargo, hay quien nunca se rinde.

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